martes, 23 de junio de 2020

CUALIFICACION DE SOLDADORES. GARANTIA DE CALIDAD


En el mundo globalizado actual es frecuente comprar productos, amparados bajo un nombre o marca comercial, sin conocer realmente donde y como se fabrican. La decisión de comprar un producto se basa en la confianza que el fabricante es capaz de transmitir al mercado de que el producto va a satisfacer sus necesidades. Una de los modos que los fabricantes emplean para conseguir la confianza del mercado es acompañar a sus productos de certificados de calidad emitidos por entidades independientes.

El fabricante para garantizar que va a mantener su nivel de calidad, y con ello satisfacer las expectativas de sus clientes, debe emplear un proceso de fabricación muy seguro, es decir, seguir un procedimiento de fabricación que tenga muy poca variabilidad, y utilizar unos medios de producción muy fiables. La automatización del proceso es la vía más recomendable para garantizar la uniformidad de las características de los productos pero ello no siempre es posible.

En aquellos procesos industriales donde la automatización no es fácil, como el caso de la soladura de los aceros, el diseño del proceso tiene una importancia vital. En este caso la vía más recomendable para conseguir un proceso seguro se basa en la realización de las soldaduras por profesionales cualificados empleando procedimientos de soldadura de reconocida fiabilidad. 

Los procedimientos de soldadura describen de un modo detallado los procesos de soldadura, indicando los valores de las magnitudes principales a mantener para mantener controlado el proceso. Podemos afirmar que el cumplimiento de un procedimiento de soldadura bien diseñado garantiza el resultado del proceso.

Por su parte el empleo de soldadores cualificados garantiza que el profesional que realiza la  unión tiene la habilidad y capacidad suficientes para ejecutarla de acuerdo a las condiciones especificadas en el procedimiento y consecuentemente también garantiza el resultado del proceso.

Cumpliendo ambas premisas conseguiremos además una mayor tranquilidad para el fabricante al saber que su proceso es fiable y por lo tanto cumplirá las expectativas de sus clientes.

La secuencia para la elaboración y registro de un procedimiento de soldadura, así como la posterior calificación de los soldadores es la siguiente:

ACTIVIDAD
TAREAS A REALIZAR
Identificación del Proyecto/Producto
Recoger toda la información necesaria para realizar el procedimiento; materiales, espesores, tipos de soldaduras, etc.
Selección del código
Elegir el código de soldadura a seguir en función del producto y del mercado (Normas UNE-EN ISO, Códigos AWS, ASME, API, ..)
Definición de variables
Establecer las variables esenciales a controlar del proceso
Procedimiento preliminar (WPS)
Diseñar un procedimiento preliminar en base a los medios disponibles y las propiedades mecánicas requeridas a la unión.
Ejecución del procedimiento
Preparar la junta conforme al código. Ejecución del procedimiento por un soldador experimentado. Inspeccionar visualmente el resultado. Realizar ensayos destructivos.
Registro de cualificación  (WPQR)
Formalizar completamente el procedimiento, registrarlo y definir su campo de aplicación
Cualificación de soldadores
Formación de los soldadores. Ejecución de soldaduras de acuerdo al procedimiento. Realizar los ensayos. Cualificar a los soldadores

Es importante que antes de definir el procedimiento recojamos toda la información relevante sobre la unión a realizar, tal como; materiales a emplear, rangos de espesores, tipos de juntas y medios disponibles.

En la definición del procedimiento (WPS) deben intervenir los proveedores de los materiales de aportación y de los equipos de soldadura, así como los soldadores más experimentados de la plantilla. Todos ellos nos ayudarán en la definición de los parámetros realmente esenciales para mantener controlado el proceso. Cuantos menos parámetros tengamos que medir más llevadero será este control.

Una vez comprobada la bondad del procedimiento debemos registrarlo mediante un documento (WPQR) en el que se indican las pruebas aplicadas y se define su rango de cualificación. Es decir,  tipos de soldadura admitidos, rango de materiales y de espesores para las que es válido, materiales de aportación permitidos, posiciones de soldeo, temperaturas de precalentamiento, etc.

De este modo tendremos la seguridad de que mientras se respeten los valores fijados para las variables esenciales y el procedimiento se ejecute por soldadores cualificados el proceso estará controlado.

A continuación, se muestran algunos de los documentos generados en el proceso de elaboración y registro de un procedimiento.




Una vez registrado el procedimiento debemos cualificar a los soldadores que lo van a ejecutar. Atendiendo al procedimiento registrado cada soldador realiza una prueba de soldeo y mediante ensayos se evalúan las uniones ejecutadas. Estos ensayos son de dos tipos:

·      No destructivos; Son principalmente ensayos visuales donde se comprueba la conformidad de la soldadura, su aspecto, la preparación de la junta, el cordón de raíz, los equipos y materiales empleados,  las temperaturas del proceso, la secuencia de pasadas, etc.
·      Destructivos; En ellos se somete a la unión soldada a ensayos mecánicos de tracción, resiliencia y plegado al objeto de comprobar sus características mecánicas.

Para garantizar que un soldador mantiene su habilidad y capacidad para ejecutar un determinado procedimiento deberemos mantener un registro periódico de las soldaduras realizadas y someterlo a una nueva evaluación cada 3 años. Cuando se incorpore un nuevo soldador al proceso lo someteremos a un proceso de cualificación individual.

A continuación se muestra un certificado de ensayo de cualificación de un soldador de acuerdo a la norma europea UNE EN ISO 9606.